LA PERFIDA DIPLOMACIA
Después de las aperturas de sendas embajadas en Washington y en La Habana, los gobiernos de Estados Unidos y Cuba han seguido en lo que claramente se aflora como una hoja de ruta trazada hacia la “normalización de las relaciones entre ambos países”, atenidos cada uno de ellos a sus particulares intereses, sin importar el impacto adverso en las aspiraciones y reclamos de libertad de una población oprimida por décadas bajo una férrea dictadura totalitaria. Las noticias se suced